La instalación de una Invader cambia el ADN de tu guitarra. No importa cuán peligroso pienses que suena tu cápsula original, la Invader transformará tu guitarra en la bestia malvada y de sonido pesado que siempre supiste que podría ser. El poder de la Invader proviene de la combinación de bobinas especialmente sobre-embobinadas, tres imanes de cerámica grandes y sus llamativas piezas polares de metal de gran tamaño. Estas piezas polares únicas expanden el campo magnético general y amplían el espectro de frecuencias, razón por la cual cada nota tocada a través de una Invader suena tan rica y masiva. Los imanes de cerámica añaden profundidad y claridad, mientras que las tapas hexagonales grandes brindan un equilibrio suave entre las cuerdas.

La Invader ofrece la respuesta de graves más gruesa y profunda de cualquier cápsula pasiva que hayamos fabricado. Los acordes suenan casi subsónicos con afinaciones más bajas, pero se equilibran muy bien con los agudos crujientes, manteniendo todo bien definido. Mientras que la Invader de puente parece malvada y poderosa, porque es malvada y poderosa, el humbucker de brazo Invader es sorprendentemente cálido y suave, a pesar de su apariencia intimidante, y produce un crujido grueso y un sustain maravilloso. Este humbucker pasivo viene con una cubierta tipo soapbar negra con dos filas de polos hexagonales expuestos para una apariencia activa moderna que se adapta rápidamente a cualquier guitarra de 7 cuerdas con un ruteo de cápsula activa.

Construidas a mano en Santa Bárbara, California, Invader Active Mount tiene tres grandes imanes en barra de cerámica, polos de metal de gran tamaño, placa inferior de níquel plateada, cable de 4 conductores para múltiples opciones de cableado y se les aplica un baño de cera para un desempeño libre de ruido.